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domingo

Una mujer

Camino y camino entre las piedras, como siempre ha sido. Camino y camino para no sentir hambre, para no sentir la sed que nunca se termina. "Falta poco" me dices, "Fata poco" me repito mientras empujas la tierra con los pies: una llamarada de tierra que siempre ha estado, los dos siempre hemos estado en este lugar, los dos solos sin ninguna esperanza más que morir.

Recuerdo la angustia y la soledad, recuerdo los desbalances de no saberme, recuerdo que todo era prado, sin un punto, no había luz en ningún lugar. Sentir dolor por generaciones, sentir el vacío que sintieron los padres y sus padres; después de un tiempo ya no se siente el cuerpo; es el último recorrido de la carne la que se percibe.

Camino y camino por la tierra afilada que emana del calor y la furia de años. Camino y camino para vivir y encontrarme. Corto flores y sigo caminando.




...

Si es verdad que existe la neurosis colectiva, entonces he encontrado la explicación a mi estado de ánimo: empatía emocional.

He pasado de mil descubrimientos a la mejor etapa de mi vida y transmitir calor a través de mis extremidades. Lloran y se quejan como árboles en el verano, se regurgitan y buscan dentro de sí mismos para poder resolver lo que ya está trazado. Me siento absorbida ante las emociones que viven y me complementan a través de sus pensamientos, ellos me hablan como los pájaros en la noche, me invaden como el agua que no se ha ido.

Estoy presente en todos, el verano que nos acompaña, mi felicidad absorbida, mi felicidad que los alimenta. Yo me quedo en este río y ahí nos reflejamos todos, los abrazo a todos como si fueran míos. Por fin es de día y pensaré en una forma de protegerlos.


martes

CFE


¿No te parece extraño que la gente se siente aquí a platicar? Un poco, más bien peligroso. Peligroso y raro, aunque si lo piensas es un poco romántico ¿no crees? Tal vez sea el atardecer. Mira aquel par de amigos, parecen entrañables, como dos pequeñas nubes. La pareja es mejor, ¿no crees? No, no lo creo, no me agradan esas parejas efusivas. ¿Has pensado en mí? Mucho, me gustas, lo sabes, no tengo que decírtelo. Me gustas mucho, ¿déjame hacerlo? ¡No! no soporto que me mires mucho tiempo, me incomoda, me sonrojo. ¡Por favor! hasta que se meta el sol, falta poco, siéntate, ven. ¿Qué? Tienes un lunar en el párpado. Sí. Me gusta esa curva que se te hace arriba en la boca, me gustan tus labios. Me gustan tus ojos y tu sonrisa: ¡Mira!

Nenúfar

Éste, el océano de flores que envuelve nuestro cielo, no por siempre. No siempre necesito de personas para sentirme. Soy lo único, lo primero, lo que mueve todo este mundo que te rodea. Soy un ser solitario y ligeramente rosa, en estos platos verdes. Eres mi eje y puedes ver los colores que se pintan dentro del agua cuando flotamos, juntos en estos metros cúbicos. Eres tú a lo lejos y soy yo en el centro, me rodeas, me confundes. Soy el medio y soy la causa.

domingo

El pianista

Pienso en una canción apropiada para el momento que se construye. Veo tus manos en un movimiento que sólo tú puedes realizar a la mitad de la noche, tus manos delgadas en el corte blanco y negro. Antes de tocar la primera nota volteas a verme. Sonríes (a mí), mientras me indicas que es mi turno. ¡Es tarde!, te indico y contestas: Lo sé.

Tocas para los dos mientras amanece en este cuarto lleno de cuadros viejos, de olor a fruta. Pienso en esto que no es más que la vida misma: la felicidad.

Felicidad a manera de la verdadera felicidad. Bondad y un aire a paz. No contratiempos. Estar a tu lado por mucho tiempo, en el tiempo de todos y en nuestro tiempo. Debes irte. Me pides que te bese. La última nota. Correr por las escaleras.

Me preguntas cuesta abajo algo que no recuerdo. Sonrió mientras seguimos corriendo, entonces tomo tu mano para contestar: eres todo, eres un sueño.


El sueño I / Parte II



Y volví a dormirme en el transcurso de la tarde, el cristal revolotea entre un parpadeo y el cansancio. El fin del libro y un toque de aire en el jardín. Estás presente en este momento, junto a mí. Me gusta soñar contigo y encontrarte disuelto entre lo que se llama enamoramiento. Es más que eso, es más que todo, es lo último que me queda.

Cerré los ojos, agucé el oído y pensé en los descendientes del Sputnik que cruzaban el firmamento teniendo como único vínculo la gravedad de la Tierra. Unos solitarios pedazos de metal en la negrura del espacio infinito que de repente se encontraban, se cruzaban y se separaban para siempre. Sin una palabra, sin una promesa. (Sputnik, mi amor: Haruki Murakami).

Qué más me queda, el sentimiento en algún lugar inmerso, en un rincón a escondidas, en el fondo de todo aquello que me has creado en la mente. En el fondo frío, en las tardes en que paseamos juntos, entre aquellas flores rosas, en el centro de todo. Dormir y soñar para encontrarte en aquella casa que ilumina todo en color tenue, a humedad y ternura. Abrazados para no terminar nunca de sentirnos. Estás a mi lado en un sencillo consuelo: un sueño, los dos, en nuestra casa.

Mirarme como quiero que sea, el fin, el inicio, lo perdurable y el miedo de un revoloteo. Tú y yo acostados en el pasto, en una tina de baño, en el comedor, en un sofá comiendo cereal, yo leyéndote hasta que duermes cansado, en un elevador, en un auto, entre los jardines que nos contemplan. Los dos.





Rita Guerrero

Existe algo más fuerte que la muerte, es la belleza. No recuerdo cuándo empecé a escuchar Santa Sabina, recuerdo el televisor en un ejercicio de pasar una y otra vez, una y otra vez, la sucesión de los canales para no pensar, para distraerme, para no sentir: una mujer cantando en un vestido negro en un programa de MTV.




Y encontré alguien que me comunicaba algo que sentía (algo más fuerte que la adolescencia).

Santa Sabina, Rita Guerrero iluminó muchos senderos que estaban oscuros; me acompañó en momentos difíciles (y me seguirá acompañando porque la vida es esto); me acompaña ahora que palpo la felicidad y me siento amada.

Ella existe en los discos que están en mi casa, con su firma como testigo, con las fotos que conservo de ella, en las canciones que canto cuando pienso en mi lengua, ella y sólo en ella está. Permanece.

*Símbolos
*Miedo
*Incierto destino
*Mar adentro en la sangre

Cuatro canciones que rodean mi vida y me mantienen. Rita Guerrero y Santa Sabina. Santa Sabina y Rita Guerrero.

lunes

The King of Limbs

*Burn the Witch*





Puedo empezar desde cualquier punto, llegaré a la misma conclusión. Se envían mensajes que me predisponen a sentir un miedo a escuchar The King of Limbs. Pero todo está bien, al final fue lo que quería escuchar: Radiohead.

Siento una gran ansiedad, locura, desesperación, energía a punto de desplomarse: apunta a todos lados, el paneo no es necesario, los ecos de las voces a medio cantar.

No, tampoco estoy obligando a que lo escuchen como yo lo entiendo, ni que les guste igual que a mí me ha gustado. Como toda pieza de arte, existe la ambigüedad y puede o no gustarte, pero el mensaje ya lo recibiste quieras o no. Con el simple hecho de ponerle play desde cualquier lugar.

Siempre un punto y coma en cada corte de canción. Beats esquizofrénicos, bajo tierno, guitarras precisas, voz confusa y limpieza en su totalidad... después de tantos años. No, ya no es la década de 1990 y mucho menos 2000. Bienvenidos a una nueva forma de entender la música. Te puede parecer innovador o no, pero ya lo escuchaste y no lo compares con sus anteriores discos, eso es lo peor que puedes hacer.

Estamos frente al discurso ¿lo mejor o lo peor?, no se puede valorar como mejor o peor el discurso: el discurso evoluciona, el discurso es el reflejo de nuestros tiempos, el discurso se construye con las mismas herramientas para expresar de manera distinta el mensaje.

Te puede o no gustar, lo puedes entender o no, puedes escucharlo mil veces y no encontrar nada, puedes ponerlo una vez y entender todo, puedes guardarlo en tu biblioteca de música y presumir que lo escuchaste y que no te gusto, puedes guardarlo en tu biblioteca de música y ser quedamente una persona que comprendió el mensaje y repetirlo en tu mente por pedazos a lo largo del tiempo.

miércoles



¿Cómo saber el punto final? El momento justo de lo estático. Puede suceder en cualquier momento e incluso vivir tan intensamente que das por hecho que no vives nada extraordinario. Vivir, vivir en sueños ante la penumbra de la existencia: la realidad. Tus ojos en otros ojos. Mentirte quedamente para no recordar.

El agotamiento como recurso para lo inesperado. Despertar, vivir en un loop interminable: para no quebrarse en el recorrido.

La comodidad de la soledad, el invierno tardío.



(Cuadro: Las amapolas, Vincent van Gogh)

domingo

Invernadero



Nada como un invernadero a la mitad del camino para relajar una amistad. No tengo mucho de conocerte pero desde un principio fue algo ligero y fácil de manejar. Debes creer que no es del todo complicado conocerme, primer error: no le hablo a cualquiera.

Conocer a la madre de alguien es complicado, sobre todo si es de quien te gusta. Pero ella aligeró el encuentro con aquel sombrero de cintas cuadradas. Confío en la gente con dicho accesorio, son como los relojes o los pendientes. Entendí porque hablas mucho de ella. Entre plantas flotantes y una lluvia falsa, gritos y manos unidas para escapar. Fresas, gardenias, rosas y tulipanes a la mitad de un verano frío.

Me gustan los lugares así, llenos de vida y verdes con pequeñas estrellas de colores. La humedad y la tierra mojada. Sé que me cuidas tiernamente desde hace poco. Te agradezco mucho sobre todo porque soy nueva en tu vida. Botas y lodo, suéter negro de punto, pañoleta en la cabeza, abrigo negro, perlas negras, gafas de sol, bufanda gris. Ojos grandes, dolor, soledad y cansancio.

lunes

La vaquerita

Ella cree dulcemente que todo sale siempre bien, muchas veces se le debe decir exactamente lo que tiene que hacer en aquel restaurante. Mesera de ocho por ocho, aunque a veces son más horas. De piel delicada y siempre de cabello recogido. Aquel uniforme rojo de cuadros le sienta muy bien. Aquella chica de sonrisa tierna debe saberse amada de cualquier forma, aunque odie que la toquen extraños con el simple rose de entregar una cuenta. Vaquerita siempre sonríe aunque no tenga suficiente dinero para todos. A ella se le debe explicar lo que quieres o de lo contrario pensará por horas la solución correcta. De aretes pequeños. Vaquerita del Restaurante Intergaláctico en la mitad de la carretera, esa carretera fría bajo el volcán, vaquerita de piel de lunares proporcionados en medida exacta y que forma triángulos. Huele a flores recién cortadas a pesar de sentir la terrible peste a comida combinada. Ella es la chica correcta pero nadie lo ve y más inteligente de lo que no aparenta. La vaquerita del restaurante, de los lunares y uniforme rojo nos recita el menú del día mientras cantamos una canción. Siempre amable y educada recibe instrucciones, automático el sistema. Intergaláctico restaurante a la mitad de la carretera con café bueno y canciones que se pueden cantar. Mesera de olor a flores y uniforme rojo; es aquella postura de chica la que paraliza el lugar mientras mueve su cabeza de lado; toma la orden. Y es feliz en ese restaurante pues sabe que el dinero no es nada y que está ahí apuntando cotidiánamente órdenes mientras escucha cantar a la chica de los ojos grandes. Vaquerita; de risa roja y lunares en forma de flores; es aquella chica del restaurante a mitad de la carretera llamado: Restaurante Intergaláctico.


viernes

What Me Worry?



Me gusta cuando vienes a casa -oración repetida- con tu sonrisa de chico tímido y tu cabello color dorado (cuando está limpio según tú, yo siempre lo veo dorado). Y me gusta que sean así nuestro encuentros, entre noche y día.

Soy mala con los halagos, no los puedo manejar y me sonrojo fácilmente. Lo sabes y aun así siempre me dices algo tierno y a la vez provocador.

Y ya no te dije, pero soñé contigo un día antes, no recuerdo qué, pero estabas quieto como siempre.

Música para toda una semana en random, un video tierno y mi risa en ella. Tiene días, pero yo siento horas. Flores rosas una vez más en el árbol que nos vigila, encontrar canciones nuevas, vernos en películas viejas, el olor a los perfumes mezclados, los mismos gustos y terminar las frases con las mismas palabras, guitarras acústicas y pequeños instrumentos de percusión, cuadros de plástico y un programa para editar, nuestras risas y palabras entrecortadas.

¡Somos sexys debes admitirlo!

lunes

Puebla, Pue. a 04 de Enero del 2010






Querida Chispilla:

Hoy no pude dormir muy bien sabes, creo sigo siendo una pequeña niña que le asustan las películas de terror y me da miedo dormir sola, pero no te escribo para eso, de hecho me encuentro muy bien, incluso mucho mejor que la última vez que nos vimos. Estos meses han sido de mucha diversión debo decírtelo y también seguí tu consejo de hacer todo con calma desde el principio, el resultado ha sido satisfactorio.

Me han contado una historia muy buena y quiero contártela porque se que esas historias te gustan mucho: "Un hermano de un amigo trabaja en Volswagen y como casi nunca pasa vienen alemanes a visitar la planta. Los invitó a comer el hermano del amigo a un restaurante de comida mexicana (el olor de la tortilla, los chiles en el comal, las semillas tostadas, la manteca). Les advirtió a los invitados que la comida es muy picante y que la fama no es de a gratis y que si se enchilaban lo único que remediaba dicho mal era la sal. La comida empezó y como era de suponerse uno de ellos se enchiló, empezó a ponerse rojo rojo y se frotó la mano contra el ojo así que el efecto fue abrumador, todos reían, el alemán lo que hizo fue tomar el salero y ponerse sal en el ojo. . . "

Jajaja reí mucho cuando me la contaron. Mi cabello está creciendo y para que imagines como va primero fuí Ringo Starr, ahora soy Paul MacCartney en el Let it be.

Quería regalarte una canción pero no tengo una buena guitarra, así que te escribo desde mi casa como un consuelo, te extraño sabes, no he encontrado una amiga así de tierna, en tí reflejo aquella ternura de niña y los juguetes y el gusto por los pianos, extraño llegar a tu casa y encontrar por todas partes pequeñas figuritas de plástico, me acuerdo mucho las que están en las ventanas, extraño a las gatitas y jugar con ellas, extraño poner el reproductor de tu computadora y encontrar sonidos extraños, ritmos de robot, de letras duras y algunas melosas, extraño tus dibujos y tus críticas, uno que otro consejo que me hace madurar, las calcomanías y los relojes de niña, la medias de colores y todo HELLO KITTY. Pero bueno tampoco se trata de poner drama en esta carta. Sólo quiero que sepas que pienso en tí y que te quiero.

P.D. ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ F E L I Z C U M P L E A Ñ O S ! ! ! ! ! ! !






Fist pounding on a vending machine
Toy diamond ring stuck on her finger
With a noose she can hang from the sun
And put it out with her dark sunglasses
Hey ! My cyanide girl

jueves

The Greatest



Once I wanted to be the greatest . . .
The Greatest; Cat Power.





De pronto ya no puse atención al libro y me sentía extrañamente fuera de todo. Acostada viendo pasar el día por mi ventana vino a mí todo aquello que hice en el año. No me la pase mal debo confesarlo, fue incluso un año divertido. Ya no quiero cambiar y de eso me di cuenta, sabes, a veces nos pasamos intentando cambiar defectos o virtudes pero mientras estaba acostada y a punto de dormir sabía en el fondo que ya estoy bien; todo está bien y no quiero cambiar nada, ni como me veo, ni como soy, encontré un balance y es justo en este momento mientras escribo cuando pienso que soy feliz, después de mucho tiempo de buscar aquel perfeccionismo. No más, estoy bien así, no debe caer nada de arriba, no quiero más. Y nunca he sido buena para planear, no me sale bien, termino haciendo lo contrario, no tengo planes, nunca los tengo yo creo por eso no conozco lo que es sentirse frustrada, no anhelo el amor pues la palabra perdió todo sentido para mí, tampoco me gusta el dinero. Todo está bien como está y el cuadro se pintó como siempre, pero este año no me quejaré como el pasado. Me siento bien y puedo verme por completa, ya no importa que pase, ni que digan, la tranquilidad y la paz vienen de la mano de la felicidad de poder tener todo lo que quiero: una sonrisa de las personas que amo, un abrazo sincero, un guiño para alguien que me haga enternecer, un beso al aire o en la mano y lanzarlo, una plática amena hasta amanecer caminando por la calle, el frió de las tardes, la satisfacción de poder tocar con quien quiera y lo que quiera, poder dormir en un instante, mis libros, las canciones nuevas, las canciones viejas, caminar por las tardes mientras me cuentas de gatos, los dulces que me regalan, las flores en la cabeza, los vestidos olvidados, conducir de noche para tí, ver películas y reírnos, las bibliotecas, las fotos, un cielo de noviembre en el piso lleno de pequeñas estrellas gritando, la gotera de tu cuarto y la ventana abierta que deja entrar el viento mientras bailo contigo y los abrazos previos con los cuales estaría conforme, las veces que me llevaste a casa y fumabas un cigarro afuera, el café donde podemos comer entre pequeñas plantas y música extraña, los asientos rojos del teatro, las guitarras de colores y los arbolitos de los bajos, los colores en los labios de las mujeres de mi vida en rojo, coral, rosa o de sabores, audífonos, aprender nuevos ritmos, la flor de papel aluminio que guardo, verte pintar de madrugada, los besos fallidos con maceta ja, pianito negro, estudios de grabación y nuevos cuartos de ensayo, brincar mientras tocan tu canción favorita, las catarinas que entraron en mi cuarto y los arcoíris que me regalaron para que pudiera sonreír cuando estaba triste, los nuevos ojos de color miel, de negro profundo, azul y verde, Mi Pequeño Pony, el pandero de cascabeles y la cinta en la cabeza, la lluvia y cuando me quedé empapada afuera de tu casa, los 'hasta pronto', el café en tu casa del centro, las baterías de diferentes colores, el olor de los amplificadores, el hilo de colores de un amplificador Fender, las historias de familia en el desayuno, los anuncios del periódico, levantarme en las mañanas entre almohadas y el frió que entra por la puerta, películas francesas, ver la luz entre las hojas de los árboles que ya no están, ver como rejuveneció el árbol de la 11 sur y Club de Golf, los helados y Icee, la comida, grabar canciones y arreglarlas, el olor del jazmín.

Me dormí.






For the lead and the dregs of my bed, I've been sleeping. Lower me down pin me in, secure the grounds for the later parade.

sábado

El libro del año

(Manuscrito; Virginia Woolf)


En este momento me siento satisfecha por un hábito que he logrado en mis pocos años de lectora: leer un libro al año detalladamente.

Detalladamente implica ser leído con toda la paciencia posible, sin prisa, sin perderme una sola palabra, una sola imagen; si hay alguna frase, oración o párrafo lo leeré una y otra vez, incluso puedo subrayar aquellas pequeñas palabras que me gustan.

Este año fue para: La señora Dalloway de Virginia Woolf.

Las imágenes de lo cotidiano, las flores descritas una y otra vez, los vestidos remendados, los guantes de colores en sus cajas, las sábanas de encaje recién planchadas, el lago y los vegetales, Septimus, mi eterna búsqueda del árbol dorado.

En este momento siento una nostalgia por el libro.

Rito

Bajo centinelas esperar el atardecer tibio verde, amarillo y gris brilla, brilla, brilla en la punta. Caminar en línea encontrar las s...