lunes

Nevermid

Conocí a Nirvana una tarde en casa de mis primos, con ellos hice mi primera banda, en un cuarto pequeño con una litera y posters de rockeros muertos. Sonó Nevermind, yo tenía como 16 años, Nirvana era Nirvana y Kurt Cobain estaba muerto.


A veinte años que salió este disco es fácil criticarlo, pero no podemos quitarle el valor cultural que tiene. Me inquieta cómo un disco tan sencillo puede tener bajo su proceso (composición, grabación y producción) tanto qué aprender, y en el que se aplica los pequeños secretos de bandas consagradas: las dobles pistas de voz, poner en el mismo canal  el bajo y la batería, el volumen de muchas guitarras, cómo ubicar las guitarras distorsionadas en los diferentes canales y el significado de una guitarra limpia, los samples.

Escuchar el Nevermind me remite a la adolescencia, hoy para un adolescente ya es música vieja. Mis amigos, en ese entonces, unos pequeños, soñaban ser rockeros tocando los instrumentos. No soy Generación X, ni siquiera sé a cuál pertenezco, una línea delgada me separa entre los videojuegos y el postpunk. La década de 1990 fue importante, sentías el cambio. Todos, potencialmente, queríamos tener un banda, yo la tuve antes de soñarla.

"Smells Like Teen Spirit", quién se resiste a esa guitarra, tan quemada y tan dulce:

Y tal vez no sea el disco más representativo de Nirvana (ni la canción que pongo de ejemplo), pero tiene un peso importante, aunque ahora nos dé risa, sobre todo porque llevo diez años esperando a que pase algo.

Pego un link de la lista de reproducción, donde Butch Vig explica cómo se grabó el disco, así como sus intervenciones como productor (extractos del documental de Classic Album Nevermind):


O si gustas el documental completo:



"I know it's wrong, so what should I do?": On A Plain; Nirvana, Nervermind.

miércoles

¿Por qué no siento nada?

Nuestra generación pierde mucho tiempo pensando en tonterías.


Ésta es una aseveración que he comprobado en estos últimos meses. He recorrido la mente de las personas y no encuentro más que trivialidades, las cuales convierten en prioridades. Ficciones que se vuelven fantasmas, traumas que justifican sus defectos. Hay un mundo fuera de todo eso.



martes

Nenúfar

Éste, el océano de flores que envuelve nuestro cielo, no por siempre. No siempre necesito de personas para sentirme. Soy lo único, lo primero, lo que mueve todo este mundo que te rodea. Soy un ser solitario y ligeramente rosa, en estos platos verdes. Eres mi eje y puedes ver los colores que se pintan dentro del agua cuando flotamos, juntos en estos metros cúbicos. Eres tú a lo lejos y soy yo en el centro, me rodeas, me confundes. Soy el medio y soy la causa.

viernes

Nuestro Pollock


Te observé detenidamente, por temor a no volverte a ver así, en esta quietud y en este matiz. Me pediste escribir sobre un momento entre nosotros. Eso éramos, un hermosa canción en un celular en medio de un circuito cerrado a las seis de la tarde, en el pasto húmedo. Y sonreías en aquella situación de felicidad absoluta, los dos tomados de la mano mientras tocabas con la otra aquella pieza, el atardecer y todo se pinta de rojo y azul. Se siente el cálido rubor de tenerte cerca, de tocarte dulcemente, de pegarme a ti en mayor medida. Un movimiento hacía atrás, para tirarnos en el pasto, dos hermosos centros de gravedad. Rocío de delicadas gotitas con centro de arena; te ríes y me río contigo: una inolvidable escena de juventud, los dos, contigo. Me dices que podrías matar por todo esto es mentira, y lo sabemos, jamás has soltado mi mano, la aprietas un poco más y quitas unos hilos de cabello para besarme. Llueve.


Rito

Bajo centinelas esperar el atardecer tibio verde, amarillo y gris brilla, brilla, brilla en la punta. Caminar en línea encontrar las s...