jueves

The Greatest



Once I wanted to be the greatest . . .
The Greatest; Cat Power.





De pronto ya no puse atención al libro y me sentía extrañamente fuera de todo. Acostada viendo pasar el día por mi ventana vino a mí todo aquello que hice en el año. No me la pase mal debo confesarlo, fue incluso un año divertido. Ya no quiero cambiar y de eso me di cuenta, sabes, a veces nos pasamos intentando cambiar defectos o virtudes pero mientras estaba acostada y a punto de dormir sabía en el fondo que ya estoy bien; todo está bien y no quiero cambiar nada, ni como me veo, ni como soy, encontré un balance y es justo en este momento mientras escribo cuando pienso que soy feliz, después de mucho tiempo de buscar aquel perfeccionismo. No más, estoy bien así, no debe caer nada de arriba, no quiero más. Y nunca he sido buena para planear, no me sale bien, termino haciendo lo contrario, no tengo planes, nunca los tengo yo creo por eso no conozco lo que es sentirse frustrada, no anhelo el amor pues la palabra perdió todo sentido para mí, tampoco me gusta el dinero. Todo está bien como está y el cuadro se pintó como siempre, pero este año no me quejaré como el pasado. Me siento bien y puedo verme por completa, ya no importa que pase, ni que digan, la tranquilidad y la paz vienen de la mano de la felicidad de poder tener todo lo que quiero: una sonrisa de las personas que amo, un abrazo sincero, un guiño para alguien que me haga enternecer, un beso al aire o en la mano y lanzarlo, una plática amena hasta amanecer caminando por la calle, el frió de las tardes, la satisfacción de poder tocar con quien quiera y lo que quiera, poder dormir en un instante, mis libros, las canciones nuevas, las canciones viejas, caminar por las tardes mientras me cuentas de gatos, los dulces que me regalan, las flores en la cabeza, los vestidos olvidados, conducir de noche para tí, ver películas y reírnos, las bibliotecas, las fotos, un cielo de noviembre en el piso lleno de pequeñas estrellas gritando, la gotera de tu cuarto y la ventana abierta que deja entrar el viento mientras bailo contigo y los abrazos previos con los cuales estaría conforme, las veces que me llevaste a casa y fumabas un cigarro afuera, el café donde podemos comer entre pequeñas plantas y música extraña, los asientos rojos del teatro, las guitarras de colores y los arbolitos de los bajos, los colores en los labios de las mujeres de mi vida en rojo, coral, rosa o de sabores, audífonos, aprender nuevos ritmos, la flor de papel aluminio que guardo, verte pintar de madrugada, los besos fallidos con maceta ja, pianito negro, estudios de grabación y nuevos cuartos de ensayo, brincar mientras tocan tu canción favorita, las catarinas que entraron en mi cuarto y los arcoíris que me regalaron para que pudiera sonreír cuando estaba triste, los nuevos ojos de color miel, de negro profundo, azul y verde, Mi Pequeño Pony, el pandero de cascabeles y la cinta en la cabeza, la lluvia y cuando me quedé empapada afuera de tu casa, los 'hasta pronto', el café en tu casa del centro, las baterías de diferentes colores, el olor de los amplificadores, el hilo de colores de un amplificador Fender, las historias de familia en el desayuno, los anuncios del periódico, levantarme en las mañanas entre almohadas y el frió que entra por la puerta, películas francesas, ver la luz entre las hojas de los árboles que ya no están, ver como rejuveneció el árbol de la 11 sur y Club de Golf, los helados y Icee, la comida, grabar canciones y arreglarlas, el olor del jazmín.

Me dormí.






For the lead and the dregs of my bed, I've been sleeping. Lower me down pin me in, secure the grounds for the later parade.

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