viernes

Gato bebé



A nadie le importa salvar una criatura, no importan los sucesos casuales, los pequeños acontecimientos, emociones e instintos tirados por el trabajo del día. Una criatura murió de hambre enfrente de nosotros y nadie hizo nada, yo me quedé como un espectador más, que usa audífonos para no escucharlo. Murió de tristeza y yo me quedé sentada.

Melodía por dos días. Una tarde su pequeña pata afelpada me invitó a acercarme, aquellos ojos de sol. Pasó un día y otro... él tan sólo dejó de maullar.


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