Estoy debajo de esta luz que siempre soñé y no sabía de dónde. Por fin reconocí aquel sonido como la primera vez que los vi cuando era una niña junto con mis padres aquella tarde en mi casa, recuerdo la sensación de no sentirme sola, desde entonces cada vez que no sabía a donde ir instintivamente miraba arriba buscando las estrellas, la más cercana, la primera, la única.
Inmóvil pienso cuántas veces sentí esto cuando dormía, ahora ya sé de dónde viene esa ansiedad por las madrugadas cuando conducía de regreso a casa o aquella energía que me sobraba en la cama. Ahora debo partir sin nadie, sola, yo ante una situación nueva. Y la luz no es como pensaba. Están justo arriba y por fin iré a casa después de encontrarme entre sujetos que nunca sentí parte de mí. Debo irme ya, es el momento justo, en este momento en el que nadie me recuerda. Un aliento, un simple guiño, las palabras al oído que no salen.
"Y no pienso regresar, aquí es donde debo estar".
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