martes

Supernatural

Entre los hábitos adquiridos a la fuerza estos últimos años tengo el de “trabajar de noche”; escribo y leo. Trabajaba en mi tesis ayer-hoy en la madrugada. Maldición por qué no puedo terminar la introducción es todo lo que falta para entregar el protocolo, así jamás terminaré. Dieron las 2 de la mañana: apilé los libros en el buró; copias y libretas las dejé en la cama. Tomé el manuscrito de la novela (estoy volviendo a escribir el capítulo I pues se me fueron algunos detalles que quiero pulir, tal vez en diez años la termine) pensé en el árbol dorado como todas las noches antes de dormir, la muerte como personaje y El luto humano.

Apagué la luz mientras en mi mente seguía redactando la introducción. Volteo del lado derecho de mi cara y una luz se asomó entre las cortinas, ingenuamente pensé que alguien en casa dejó prendida la luz del patio. Me paro hasta enojada, entonces sucedió:

La madrugada era totalmente roja.

1 comentario:

Carrera dijo...

Que belleza.

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Bajo centinelas esperar el atardecer tibio verde, amarillo y gris brilla, brilla, brilla en la punta. Caminar en línea encontrar las s...